Un bebé representa la mayoría de los sueños maternos… el deseo de nuestro proseguir infinito; un retrato, la esperanza de lo posible… representada en sus tiernas y moldeables fracciones…
… escrutan lo aún desconocido, sus miradas nos enternecen y cuando agarran el aire, parecen apretar emociones desconocidas, reconocer su entorno, a ellos mismos…
Todo es una búsqueda misteriosa, el tacto, los sonidos, los olores cercanos, querer distinguir las sombras queridas, entenderlas, y hacerlas suyas… luego… las primeras sonrisas aún en aprendizaje, como reconocimiento a su aceptación a todo lo nuevo, o el llanto por lo desconocido… casi todo desconocido…